viernes, 9 de diciembre de 2011

Pastorela, una tradición muy mexicana

Para nuestra cultura, la pastorela tuvo sus orígenes durante el periodo colonial, cuando los envagelizadores utilizaron la tradición teatral de la cultura azteca para difundir de manera didáctica la religión católica. Los jesuitas fueron quienes utilizaron los coloquios, representaciones que señalan el inicio de la pastorela.

Adoración de los pastores
Desde el punto de vista religioso, la pastorela es la recreación de los problemas enfrentados por un grupo de pastores para llegar a la adoración del Niño Jesús nacido en Belén. En su camino luchan contra Lucifer, representano los siete pecados capitales, poniendo todo tipo de trampas, obstáculos y tentacipones para que dejen su camino. El Arcángel San Miguel es quien siempre vence al demonio.En pocas palabras, es un enfrentamiento entre el bien y el mal, que transmiten ciertas enseñanzas. 

Estas representaciones toman un uevo carácter al salir de los atrios de las iglesias para representarse en calles y plazas, donde se retoman las costumbres de cada región. A partir del siglo XVI existen referencias de una pastorela propiamente mexicana, sobre todo en regiones influyentes como Puebla, Querétaro, Guanajuato y Jalisco.

José Fernández de Lizardi
Posteriormente surgen pastorelas más pícaras, dando paso a las obras cargadas de sensualidad, sentido irónco, cómico.
José Joaquín Fernández de Lizardi, escribió La noche más venturosa, siendo la primera pastorela que se representó en un escenario con actores profesionales y lenguaje culto. Desde entonces, éste género dramático se ha representado en época navideña en los teatros mexicanos, a pesar de las serias transformaciones, conserva un contenido y estructura establecidos desde su nacimiento, cuyo tema primordial es el nacimiento de Jesús.

En la pastorela mexicana, son representados principalmente: los pastores Bato, Brasy y Gila; el demonio Lucifer; el Arcángel San Miguel, La Virgen María, San José, El Niño Jesús, y un ermitaño. A estos se les ha añadido una serie de cantos y música tradicional que le dan un sello característico a las pastorelas de cada estado, sin olvidar las coreografías y otras manifestaciones artísticas de cada región. Hay cantos, caminatas, diálogos entre pastores y demonios, luchas entre ángeles y diablos, adoración de pastores.


La trama de muchas pastorelas ha pasado de generación en generación mediante la tradición oral. Son muy conocidas las pastorelas de Metepec y Tepotzotlán en el Estado de México.
Cabe señalar que la trama de muchas pastorelas ha ido pasando de generación en generación a través de la tradición oral.

Pastorela en la Hostería del Convento de Tepotzotlán
Es así como este género se ha ido afianzando en el gusto del pueblo, a la vez que se ha convertido en un buen pretexto para poner en juego creatividad e ingenio, y reflejar la realidad social por medio de una tradición cultural como la Navidad.

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